lunes, septiembre 19, 2005

¡Échate tu afrodisiaco bibliosexual!

¡Chales! (en honor a Gade, por aquello de sus palabras iniciales en cada comentario) yo sí que tengo una chabacana suerte para toparme con cada depravado que ¡qué barbaridad! No sabía si lanzarme a escribir sobre esta membrilla experiencia, porque ya había narrado una, sí aquella acaecida en la sala de la cineteca, pero bueno, todo sea por la seguridad de las futuras compañeras que acudan a su biblioteca más cercana.

Todo comenzó aquel miercoles 14 de septiembre. Me presenté puntual por la mañana para extirpar toda aquella util bibliografía para mi tesis. ¿Dónde? En la biblioteca central. Después de una ardua selección de material hemerográfico y de libros, ascendí al tercer piso con la finalidad de continuar con la búsqueda minuciosa. Me interné, silenciosamente, en uno de los angostos pasillos y sólo pasaron dos minutos cuando me percaté de que a mi costado, un extraño muchacho con aires de nerd dizque buscaba intensosamente algún libraco.

En principio, no le puse mucha antención, sino hasta que me di por aludida al sentir su cercanía, pues su rostro estaba a sólo algunos centimetros de mis extremidades inferiores. ¿Qué, qué, qué? De modo que me alejé furiosamente, sus ojos habían violado la intimidad de mis piernas. Lo odié, me dio asco.

Y eso que sólo me había mirado. Tonta de mi, ya me decía mi abuelita "ay chamaquita no me digas que vas a salir con ese pedazo de tela". Reflexioné sobre el largo de mi falda, pues si nomás me llegaba arriba de las rodillas como aquellas de la secundaria. Total, que por unos segundos me reproché mi atuendo poco apropiado para acudir a una biblioteca a levantar pasiones.

Pero, ¿cuál fue mi sorpresa? al ver que el chamaco dizque estudiante, dizque lector, dizque universitario, andaba de pasillo en pasillo agachandose para descubrir entre los pequeños espacios de los anaqueles a una que otra señorita desprevenida que hiciera alguna posición sugerente, que no sexual para su mente enferma.

No es que sea una persignada o algo así por el estilo, pero estarán de acuerdo conmigo en que hay lugares para la bonita excitación, o incluso hay personas. Eso de andar mostrando los "aquellitos" en pleno despertar a las muchachitas serias y recatadas, por las instalaciones de las bibliotecas no es como que muy antojable. Bueno, quizás sí, pero mmmm...bueno...ejem, en otras circunstancias ¿no creen?

En fin, lo peor no fue nada de esto que les acabo de contar, sino que hoy fuí también y el maldito pervertido estaba rondando por ahí, en busca de nuevas pollitas que sacien su insatisfecho deseo carnal. Así que ya saben mujeres, si alguien se les arrima con sospechosísmo ¡aguas! y para los hombres pus igual.

11 comentarios:

Manuel Dávila Galindo Olivares dijo...

y llevaste falda otra vez?

Gade Herrera dijo...

Chales no digo chales tan seguido... ¿o sí? Total.

En vez de molestarse le hubiera dejado caer los libros más pesados del estante más alto para que tomara una lección.

La otra opción es que se hubiera dejado chulear las piernas... MORENASA DE FUEGO. ¡ARGGGGGG!!!!

Saludos jadeantes y depravados.

Mandarina dijo...

Manuel: Qué chido que hayas llegado a este blog, espero seguir contando con vuestra presencia. Y...no ya no llevaba falda. Saluditos

Gade: Pues si tan sólo hubiese sido atractivo, creeme que, entonces, habría seguido tu consejo. Saludos

Anónimo dijo...

Lástima que por tipos como es muchas veces evitamos las faldas, sobre todo al ir en metro no??. Yo quiero una pero larga, aún no encuentro la ideal.

Gadee con que coqueteando con Diana ehhhhh... ... ... no te creí capaz snif snif snif y de nuevo snif y un ja.

Gade Herrera dijo...

No coqueteo con Diani... pero yo soy de la idea de que las mujeres, cuando quieran, enseñen... además desde hace tiempo que nos decimos "morenasa o Morenaso de Fuego... ehhhhhhh

No quiero entrar en malentendidos de nuevo ok Alina.

Anónimo dijo...

Jaja perdón, ya no pretenderé divertirme un poco con Gade en tu blog Diana, de hoy en adelante prometo portarme mejor.

Mandarina dijo...

¡Ay mi morenazo de fuego me encanta coquetear con usted! Jajajaja. Alina, no te preocupes, así chance y se incrementa el quorum.
Saludos peleones

Jessica Sosa Echagaray dijo...

jijo de villa!!! pinches hombres necios hijos de perra que acusain (sic) a la mujer sin razon!
compañera, en esos caso no queda mas que amenazarlos, o si es usted karateca, darles una buena patada en esos dizque huevos que algun dios estupido les dio
no me caeria mal una buena descripcion del bilbiopervertido y el piso donde lo vio para irme en calzones y al tenerlo cerca, castrarlo en plena bilioteca
bueno, es todo
"#"!%$&@
un abrazo
JESS

Mandarina dijo...

Hola Jessica, antes que nada bienvenida a este su blo´y después decirle que el tipo en cuestión parecía estudiante de a de veras: lentecitos, cabello relamido con gel Xiomara, ahh pero eso sí unos desgastados tenis converse pa´dar la facha de intelectual pandroso. Por otro lado, creeme que apoyo tu estrategia para copar al bibliopervertido, ahí luego nos ponemos de acuerdo. Saludos

Gade Herrera dijo...

Si Alina, ya lo sé, tu sólo pretendes divertirte conmigo, sin importar mis sentimientos y mi corazón de pollo.

Iré a sopear mi concha en veneno.. snirf :< (Carita mamona que estoy aprendiendo a hacer).

Chinísima dijo...

Wow, qué experiencia!!!

Me cae que eso de la depravación ya no tiene límites. Pero si yo qué digo, a mí una vez me acosaron sexualmente en... ¡La Basílica de Guadalupe!

En fin, pobre tipo dañadón. Usted no se deje intimidar, na' más ponga cara de pocos amigos, jajaja.