jueves, junio 30, 2005

De pervertidos y otros demonios...

La verdad es que se siempre me ha gustado ir sola a la Cineteca, no por antisocial sino más bien por aquello del disfrute intelectual en solitario (ejem...creo que a fin de cuentas sí soy un poco ermitaña). Sin embargo, este lugar me ha hecho vivir tremendas experiencias un tanto sui generis; desde un rompimiento amoroso y doloroso hasta el punto de ser testigo de un depravado sexual.

Sí, así como lo leen. Todo comenzó aquella tarde lluviosa de abril. Corría el año de 2004 y en la Cineteca se celebraba alguna edición del ciclo erótico de cine. Meses antes, había tenido la oportunidad de leer por recomendación (gracias Liz) un librito llamado Las edades de Lulú de una de las mejores naradoras eróticas del mundo tierra: Almudena Grandes. Ahora resultaba que se presentaría su adaptación realizada fínamente por Bigas Luna.

La entrada no fue extraordinaria, uno que otro joven solo tomaba su lugar. Era increíble pero la mayoría de los espectadores eran hombres. A los quince minutos un ente de gabardina negra imitación piel me pidió hacerle un espacio para permitir el paso a su tremenda humanidad. El espectador en cuestión no rebasaba los cincuenta años, pero tampoco bajaba de los 40.

En fin, su presencia me pareció completamente instrascendente hasta que comenzaron las escenas sexuales de Lulú (una especie de Lolita española) con el amigo de su hermano, ya mayorcito él. ¡Ya sabía en lo que me metìa cuando decidí ir a la Cineteca a ver una película erótica, que no pornográfica porque ni a eso llegaba! Empero, jamás imaginé que un individuo maduro se metiera a una sala de cine a masturbarse.

¡Sí, así como lo oyen! El sujeto, nomás apagaron las luces, aprovechó el anonimato de la oscuridad para pasar a descubrir su aparato reproductor masculino y esperar las escenas "candentes" para proceder oportunamente a menearlo, sin piedad, con la mano.

Perdonen lectores si esto que les escribo es demasiado explícito pero es que han pasado ya algunos meses, no recuerdo con exactitud cuantos y no puedo olvidar aquel desagradable momento. Sólo les puedo decir que nunca me atreví a voltear la mirada hacía el sexo del depravadillo ese, pero varios elementos, entre ellos la rapidez del movimiento, la edad del fulano y la poca o nula exitación que éste experimentaba (a juzgar por su escasa agitación); todo ello me permitió deducir que el don, o más bien el miembro del don ya nomás no furulaba.

¿Que qué sentí? Debo confesar mis estimados lectores que experimenté varias emociones. Primero sentì una tremenda incomodidad (pensé en cambiarme de lugar, pero la sala estaba repleta); después o casi al mismo tiempo un asco terrible y finalmente sentí una gran compasión por aquel sujeto que seguramente había intentado varias opciones de revivir la líbido y masturbarse en la sala de un cine era una de las tantas. Hasta eso, me salió fino, miren que eso de andar enseñando sus "partes", como dice mi abuelita, en parques o en esquinas a jovenzuelos imberbes tiene un grado de perversión alto; pero hacerlo en el cine ante gente adulta, miren no cualquiera, no cualquiera.

Cuando prendieron las luces, lo primero que hice fue pararme de mi asiento y una vez en las escaleras (de lejitos, jejejeje) traté de ver el rostro del sujeto, pero tuve que conformarme con su gabardina negra; su cabeza escasa de cabello; su piel blanca y unos lentes oscuros que cubrían la mitad de su cara. Vaya, vaya al fin y al cabo el fulano sí tenía la facha de esos depravados que se paran en la esquina de los parques solitarios a mostrar su masculinidad (según ellos) a chiquilos y chiquillas adolescentes. Luego por qué se tiene el cliché con respecto a la vestimenta de estos singulares personajes, juzgue usted si no se cumple la regla.

domingo, junio 26, 2005


diana y kioshi Posted by Hello

Los muchogesticulacioneshabladas Parte II

Pues bien, El aviso inoportuno fue una película interpretada por personajes de la época como Alfonso Arau, Chabelo, Viruta y hasta Mauricio Garcés. Una cinta compuesta por una suerte de sketches en los que dos hermanos (Cuenca y Manzano), recién llegados a la capital en busca de trabajo, pasan como enfermeros, policías, recamareros y bailarinas del cabaret que ellos mismos administran.

¿Cómo? Sí, resulta que esta película fue creada cuando "los dobles" eran ampliamente utilizados en las producciones fílimicas. Es así que podemos ver una serie de escenas actuadas por la pareja fantástica que, mediante planos over shoulder, dan la sensación de ser cuatro en vez de dos. Pero la tecnología digital, en aquellos años, era mínima. Era común descubrir la diferencia de rostros cuando al doble se le pasaba la mano en el movimiento. Ser doble, por lo menos en las películas de los Polivoces, no era una chamba sencilla. Recuérdese que para serlo en las pláticas frente a frente, éste debía permanecer lo más quietecito posible.

Pero eso no es todo mis estimados lectores, permítanme decirles que Los Polivoces fueron los pioneros en el empleo de algunas frases que hoy le atribuimos a Paquita la del Barrio, las hijas de la madre tierra y demás personajes de la realeza mexicana. He aquí las citas citables que les menciono:

"Me dan ñañaras". Los hermanos Lelos

"¡Rata inmunda!". Guashanguer (La "u" lleva diéresis pero como no sé ponerla en la compu se los aclaro. Por cierto si alguien sabe como hacerlo sería un detallazo de su parte que escribieran el secreto.)

"¡Cómo te quiero condenadote...gáname!" "¿Hay cariño o no hay cariño?". Mostachón

"Hijazo de mi vidaza". Naborita Gelatino

"Aaa-hí madre". Gordolfo Gelatino

¡Qué decir de sus canciones! En el post anterior les había comentado de La calambrina, pero debo admitir que aquella titulada Gordolfo Gelatino la superó con creces. Resulta que los muchachitos muchogesticulacioneshabladas visitaron más de 60 países y llevaron sus éxitos musicales con ellos. Ustedes juzgarán y me dirán si no fueron una joya del kitsch mexicano:

Cuando era niño yo tuve una sorpresa al descubrir que en mi todo era belleza
no me resigno a que toda mi hermosura dentro de un tiempo se vaya a la basura.

Coro Soy tan hermoso ya lo ven, soy tan precioso yo lo sé, soy primoroso, bello, lindo,
soy gracioso, soy exquisito yo lo sé, soy tan bonito miren bien y soy muy fino, soy
Gordolfo Gelatino.

No me decido a casarme todavía seria egoísta arruinar así las vidas de esas muñecas
que no duermen tranquilas porque me han visto parado en una esquina.
¿Por qué Dios mio me hiciste tan perfecto?¿Por qué Señor no me diste algún defecto?
Yo sufro tanto por ser tan diferente quiero ser feo como toda la gente. (...ay no!!!...)

Hasta aquí, es Gordolfo Gelatino quien canta, echen un vistazo a lo que doña Naborita (su mamá) dice en la canción:
Es tan hermoso ya lo ven, (...cual debe!!!...) está precioso yo lo se, (...venga madre!!!...)
es primoroso, bello, lindo y es gracioso, es exquisito (...yo lo sé!!!...) es tan bonito
(...ecuánime madre!!!...) este es mi niño.

Finalmente, ambos cantan a duo:
Soy Gordolfo Gelatino!!!. La la la la la la la la.¡¡¡Hijazo de mi vidaza!!!Madre ecuánime,
ecuánime!!!Yo lo hice solita!!!Miren lo que hizo mi cabecita de algodón para sus
nenas. Ahi!!!

Los conmino apreciados lectores que me hagan saber si alguno de ustedes tiene más información sobre este genial par de locos. Por lo pronto disfruten de esta rola gelatinezca eh! eh! eh!

miércoles, junio 22, 2005

¡Cómo te quiero condenadote...gáname! Parte 1

No, no crean que el título de este mensaje resurrecto tiene que ver con algún amorío sadomasoquista de estimulación egocéntrica. No, amabilísimos lectores es una de las famosas frases que hicieron de Los Polivoces un tremendo fenómeno setentero.

Estoy segura que muchos de nosotros no tuvimos la oportunidad de ver las temporadas de este par (Enrique Cuenca y Eduarod Manzano) al tiempo que se producían, pues, como mencioné, datan de los inicios de la década de los setenta. De hecho, los conocí un día de 1990 y algo, a eso de las 6 de la mañana cuando su show era retransmitido por el canal 9. Era la puritita onda ver alguno de sus inolvidables sketches justo unas hora antes de entrar a la primaria.

Pasaron los años y, de pronto, el oscurantismo llegó a la "caja idiota" y el Show de los Polivoces ni una huella dejó. Sufrí poco, era tan pequeña que aún no lograba entender el valor de conservar la evidencia de su existencia en algún soporte visual o radiofónico. Seguí mi vida sin preocupaciones.

Un buen día, Mundo Síncopa (programa transmitido en 107.9) me recordó mis orígenes, jejeje. Mis oídos no daban crédito a lo que escuchaban: una rola interpretada por los mismísimos Cuenca y Manzano. ¿El nombre? La calambrina. Desde esa noche, no existió momento en el que no pensara en la posiblidad de adquirirla. De inmediato pensé en la piratería que "si no lo tiene lo crea" ; chale pero la música de Los Polivoces contenida en su respectivo disco de vinil era una reliquia y obtenerla me saldría a precio de coleccionista.

En aquel momento recuerdo haber imaginado que alguna de sus 18 películas poseían la canción y si no, iba a ser un placer tener en dvd alguna de sus interpretaciones para el celuloide. Y ¡oh my gash!, el videoclub recién abierto a unos pasos de mi prepa en Coyoacán, tenía tres de sus filmes en formato devedé. Sí, así como lo oyen. Amado lector, ya se imaginará lo qué hice después.

Poco satisfecha de mi adquisición y no por la película ni sus actuaciones sino precisamente por éstas y lo buenérrimas que estaban, mi deseo latente por poseer todo aquello relacionado con Los Polivoces se convirtió en una cuasiobsesión. Y eso que sólo vi El Aviso Inoportuno...

martes, junio 21, 2005

Porque lo prometido es deuda

Gente!!!!!!
Estén pendientes porque la usuaria de este blog (o sea la autora de todo este menjurje) está a escasas horas de volver...

Tan sólo menos de doce horitas

Atte.
Panopticca