martes, abril 19, 2005

Desde una fuente sin agua

Hoy, alguien me deseó la muerte; y no supe si sentí cómo las palabras se desternillaban de risa de mí. Al pasar a través de mi garganta, sólo una atorada se quedó.He tratado, en vano, desgajarla en tres pedazos. Quiero vivir su efecto tardío, que cala nocturno. Hoy, alguien me deseó la muerte y todavía hoy, no sé cómo pensarlo, cómo permitir su penetración. La falta ideológico oriental impide la reverencia. ¿Quién se atreve a decidir sobre la existencia de la otredad? ¿Quíen es? Hoy, alguien me deseó la muerte. Y a mi, me dolerá unos días, o dos; pero al que decidió mi destino tan próximo, le pesará cuando se cumpla su deseo. Mañana...¡Shhh! Calla, que el viento no cesa de soplar.

Aquí el primer texto que inauguró aquel sitio de Petruchka. Cómo extrañaré su color palo de rosa, pero aún más los comentarios que ustedes mis bienamados lectores tuvieron a bien escribir.

6 comentarios:

Mandarina dijo...

dantes said:
Me siento honrado y un poco apenado también por ser el primer visitante que deja sus pensamientos sobre tu mundo, pero no podía dejar de visitar y agradecer la belleza de tus palabras en mi mundo y en éste, el tuyo, que ahora haces nuestro también.
De la mañana, aunque al final más distantes, eres también lo que más extraño. Pero espero estos mundos nos unan más con el tiempo.
Un abrazo, mi querida Diana. Y salud por la danza y lo demás! :)

8:16 PM


choguil said...
Abstracto y profundo, como el alma que habita en ti. Aijale, a que no concian ese lado mio, verdad? Pues me da gusto de ser uno de los pioneros en tu sitio dianele. Espero este sea un medio de conexion entre tu y el mundo que se acuerda de ti, como yo mero.

11:34 PM

Estos eran los comentarios que pusieron mis fieles lectores en la morada petruchka

Mandarina dijo...

Chinísima said...
Hola Diana!!!
Pues bueno... Este primer texto es bastante "fuerte", con mucha carga emotiva.
Por otro lado, y ya si lo vemos como algo más cotidiano, creo que todos le hemos deseado la muerte a alguien alguna vez.
"Pero al que decidió mi destino tan próximo, le pesará
cuando se cumpla su deseo", cierto es que a veces pensamos muy poco lo que decimos, como también es cierto que, de cualquier forma, todos moriremos algún día (nos lo deseen o no).
Yo sólo puedo decirte que me da una inmensa tranquilidad el que existan leyes que impidan que mi vecino me mate, pero qué pena que esa misma restricción aplique a la inversa...

8:15 AM


Gadosfero said...
Yo, como "mal escriba", dejo algunas palabras en tu blog ya inaugurado por las palabras del queridísimo Organista. Gusto me da saber que has entrado a esta forma de expresión en la red (que desde mi punto de vistas es una cosa muy comparable con las pulseritas amarillas del ciclista, pero en esta ocasión menos kitsch y más aportador).

En fin, espero que tu producción de "escribana" siga en proceso.

8:52 PM

Aquí otros tantos. Lectores: respeté sus comentarios y los subí también a la mudanza.

Mandarina dijo...

Chitiva said...
Diana ha decidido compartir su vuelo con nosotros!!!!! Tus palabras siempre serán fruto de ideales bien elaborados a los que disfruto leer.
Gracias por tus escritos.

6:54 PM


Girl said...
¿Quién y por qué hacen el deseo usted a la muerte?

6:59 PM

He aquí los últimos...

Mandarina dijo...

Mmmm, no parece de pronto medio deprimente saber que los úincos tres mensajes que tengo son personales? Bueno, son como intertextuales, ja eso se oye mejor.

Anónimo dijo...

EN EFECTO DIANI, ANTES DE QUE UN DESGRACIADO PATO SE TRAGUE TU BLOG TE ESCRIBO PARA DECIRTE QUE ESTABAS INSPIRADA¡ Y SUPERASTE A SABINES...BUENO NO TANTO, PERO TU POEMA ES ENTRAÑABLE, COMO ALGUNOS DE ÉL...ESPERO SEGUIR DISFRUTANDO DE TU POESÍA (AMIGA-"PERIODISTA"-PALERA) MIENTRAS SIGO AMANDO A SABINES:)

RUFUS dijo...

vaya, nunca nadie me dijo seriamente que ojala me muriera.

es para pensar y no creo que diga nada bueno de esa persona.

todos nos enfadamos pero...



salutus