lunes, julio 23, 2007

De cuando la flor salió del florero para posarse en la mesa

Ando debidamente regada y apapachada por un par de cubos de hielo azules que han avivado mis hojas.

He aquí una diminuta reflexión http://www.nuevoexcelsior.com.mx/27_1659.htm


Caray, hay tanto chisme que contar...


Off line: Alguien dígame cómo es que puedo agregar un vínculo, úrgeme compartirles una diminuta reflexión.(Este era un pedimento previo, pero pues ya le supe a lo de los linkes)

16 comentarios:

Anónimo dijo...

Regaron el florero con su dosis de agua matutina.
La ventana dejó entrar por la falda de la cortina una corriente líquida de viento.
El día que escalaba por el valle chisporroteó luces amarillentas.
Una luna caminaba rumbo a su casa atrás del universo; el sol la venía siguiendo.
Y esa flor, un tulipán rosa, trepó por los muros hasta dejarse caer agotada sobre la mesa.
El florero sonrió con dentadura cristalina y agitó el líquido de sus entrañas.
“Ven hacia mi boca y besa este manto de río”, dijo a la flor.
Con sus pétalos languidecidos, el tulipán se arrastró dejando sabia derramada. Las hojas eran brazos rotos.
Los labios del florero se abrieron y el líquido escapó en sendo chorro de vida.
El tulipán bebió de los fluidos del florero.
En el firmamento, el sol correteó durante quince días a la luna para apretujarle los cráteres, mientras arrastraba la cobija de la noche.
Desde entonces, la luz de la mañana arrulla a cada retoño de tulipán, que amanece en uno de los quince pequeños floreros.

Anónimo dijo...

Ja... pensé que sería el comentario 350, pero ya veo que no, y eso me da gusto porque seré uno de los primeros en decirte: FELICIDADES por ese artículo en el Excelsior... festejémoslo con unos zumos fermentados (pulques, pa´que se entienda)... Saludos desde el anaquel número 7 de la tienda de don Cornejo... (en efecto, ya me movieron de residencia)...

Beatrix dijo...

Hola linda,

Que gusto leerte, no sabes como me gusto leer tu propuesta, tienes toda la razon, quien diantres nos dijo que era solo un minuto? o tres o cinco? nadie, yo voto por la hora, la hora de silencio. Muchas felicidades por la publicacion! no sabes el gusto que me da que te lean, que te leamos y despues nos quedemos callados, o alguien tiene algo mas que decir?

Un beso,

Beatrix

Gade Herrera dijo...

Hey, por fin veo letras nuevas en este blog tan abandonadito... y mira que han pasado tantas cosas dignas de platicarse en tu vida ehhh...

Aún me debes un café... jajajaj

Saludos.

Mandarina dijo...

Queridos todos, allá van estas palabras nacidas de las suyas:

textonauta:
Y yo sólo me pregunto, ¿cómo fue que construyó casi casi un mito de la florecita posada en la mesa? Me gusta tu genialidad.

ciruelón:
Bienvenido a este otro blog, desde que declaraste tu amor por esta servidora, no había podido dejar de soñarte en ese anaquel. Aunque has cambiado de estancia, el idilio no se modifica en nada.

beatrix:
Señorita de las palabras de miel. No digo nada más pues que gracias.
Un beso

gadósfero:
Es que la mandarina fue exprimida a proporción de chorro. Había que recuperarse ya.
El café, ya está, pon fecha.
Abrazote

Dantés dijo...

Mandarina :)
Primero que nada aprecio mucho que se de usted el tiempo de escuchar de vez en cuando a este "trovador" perdido en el espacio.
"Segundamente" me da mucho gusto saber lo que ha estado logrando usté a últimas fechas, es digno de reconocerse y admirarse. La suerte no existe, sólo el trabajo.
Le deseo de todo corazón que todo esto sea sólo el principio de innumerables éxitos en el camino del cual veo se está asiendo sorprendentemente.
Reciba usted un cariñoso saludo y un apretón de huesos :)

Anónimo dijo...

Vaya (dice su comadre nacida bajo la misma luna, nomás dos años atrás). Ya era hora (la hora que sea a la que publiques, ya era). ¿Dónde se llena el formulario para estar en su lista de links? Quiero traérmela che-ca-di-ta, barrita.

Julián Iriarte (bueno, ya: Oliver) dijo...

Si a ésas nos vamos, me pregunto si yo juego a Steve Reich cuando estoy buena ondita o el Aphex Twin cuando ando rabioso.
Los respectivos amplísimos

Chitiva dijo...

Dianis!!!!

Ya pasó mucho tiempo que no te veo y no sé de tí. Me quedé en que leía letras tuyas por el períodico cercano a nuestra casa pero parace que has emigrado.
Espero poder unirme al café que ofrece Gade para saber más sobre tu andar de hoy.

Saludos y un abrazote

ALEX

Anónimo dijo...

mira no presumas y cuentame todos esos chismes.

Anónimo dijo...

aló, muchas felicidades por lo que andas haciendo, mucho éxito niña dulce.

Anónimo dijo...

Srta. Mandarina:

Felicitaciones por todos sus proyectos; la sigo leyendo.
Saludos

Anónimo dijo...

Caminé por muchos callejones y perseguí al gato pardo que se posó sobre una tarjeta. En ella estaba tu nombre, tus colores y tus recuerdos. La recogí para aprenderme la partitura de tu cuerpo junto con la textura de tus ojos. Debo confesarlo: las aves ya no tienen canto, los conejos de la luna lucen estáticos; es momento de impulsar los planetas y regalártelos en una maleta. Así que lo pronuncio y el eco de la frase rompe con el monitor y el teclado de la computadora. Te Amo mi vida.

Anónimo dijo...

HOLA VA RITA:

ME GUSTABA PERO MUCHO... MUCHOOOO, MUCHOTE,
TU BLOG CON FONDO NEGRO.

LE DABA UN TINTE MANDARINESCO BASTANTE ACIDULADO.


SOY, DULCE DE CHOCOLATE MAMITA, el de la fiesta del ciruelón... y quería ser el comentario 351! pero ya ves, la fama de excelsior es barbara.


TE SIGO LEYENDO.
E INSISTO, UN COLOR OSCURO DE FONDO, LE DA MAS REALCE A TU POST ANTERIOR, DE LO MACABRO.

ME GUSTA TU BLOG, REFLEJA TU PERSONALIDAD NO MOSTRADA EN CDL

La Cordero dijo...

Esa, la Barra.
Da gusto ver que volvió a las andadas... Aunque yo lo descubro ya un mes más tarde. Ja.
Se le extrañó en la Leidisnait, pero ya haremos otra.
No se cotice. Júntese con nosotras, aunque seamos pueblo.
Hartos besos.

Anónimo dijo...

El letrero de Alto se contoneaba sin un tornillo en su poste. Algunas aves de la ciudad graznaban desde sus nidos y el frío de la fuente volaba por el aire transformado en un manto de gotas de agua. Comía una manzana y el sabor me recordó a ti, pues es un sabor que no consumes de la fruta porque te hace daño. Sin embargo, estabas allí, en mi boca, en mis comisuras y en estos labios que no se cansan de recitarte besos y mandarte fonemas. Te amo, mi dianina.